Una Casa Pasiva, también conocida como Passivhaus, es el estándar líder mundial en construcción energéticamente eficiente. Originado en Alemania, el concepto de Casa Pasiva no es una marca o producto, sino un estándar de construcción riguroso que asegura viviendas asequibles con un confort interior excepcional y ahorros significativos de energía.
Las Casas Pasivas están diseñadas, construidas, aisladas y ventiladas de manera tan eficiente que requieren calefacción mínima y mantienen una temperatura interna casi constante. Permanecen frescas en verano y cálidas durante los inviernos más fríos, como los de Escocia. Para personas con alergias y asma, las Casas Pasivas ofrecen los entornos de vida más saludables y cómodos. Estas casas no tienen corrientes de aire, puntos fríos, moho, condensación o sobrecalentamiento. Mantienen un suministro constante de aire fresco y limpio con un uso mínimo de energía.
Una de las características más destacadas de las Casas Pasivas es su eficiencia energética. Utilizan aproximadamente un 75% menos de energía que una construcción nueva promedio. Esta notable reducción en el consumo de energía no se debe a la magia, sino a un enfoque robusto basado en la ciencia. Más de 30 años de estudios y pruebas han demostrado que las Casas Pasivas ofrecen hogares saludables, cómodos y fáciles de calentar con un rendimiento garantizado y calidad duradera.
En lugar de depender únicamente de eco-tecnologías para generar energía, las Casas Pasivas se centran en reducir la cantidad de energía requerida para operar un hogar desde el principio. Este enfoque de 'primero la envolvente' en la eficiencia energética significa que el edificio en sí hace la mayor parte del trabajo. Con una construcción súper aislada y hermética, las Casas Pasivas requieren poca energía para funcionar porque están efectivamente selladas contra los elementos.
Para alcanzar el estándar de Casa Pasiva, las viviendas deben integrar cinco principios clave:
Las Casas Pasivas ofrecen una eficiencia energética, confort y asequibilidad sin igual. Permiten hasta un 90% de ahorro en calefacción y refrigeración en comparación con los edificios típicos y más del 75% en comparación con las construcciones nuevas promedio. Utilizan menos de 1.5 litros de petróleo o 1.5 metros cúbicos de gas por metro cuadrado de espacio habitable anualmente, significativamente menos que los edificios comunes de "bajo consumo de energía". Estas casas utilizan de manera eficiente el sol, las fuentes de calor internas y la recuperación de calor, haciendo innecesarios los sistemas de calefacción convencionales incluso en los inviernos más fríos. En los meses más cálidos, las Casas Pasivas emplean técnicas de enfriamiento pasivo, como el sombreado estratégico, para mantenerse frescas.
El nivel de confort en las Casas Pasivas es excepcionalmente alto, con temperaturas de superficie interna que varían poco de las temperaturas del aire interior, incluso en condiciones extremas al aire libre. La combinación de ventanas especiales y una envolvente del edificio altamente aislada asegura que el calor deseado permanezca adentro o el calor no deseado se quede fuera. Además, el sistema de ventilación proporciona un suministro constante de aire fresco, resultando en una calidad de aire superior sin corrientes de aire desagradables. La unidad de recuperación de calor altamente eficiente reutiliza el calor del aire de escape, mejorando aún más la eficiencia energética del hogar.
Elegir una Casa Pasiva significa optar por un estándar de construcción que ofrece eficiencia energética, confort y asequibilidad. Es un concepto de construcción probado que puede aplicarse en cualquier lugar, ofreciendo un entorno de vida sostenible y de alta calidad.